El Gobierno británico se niega a publicar imágenes de videovigilancia del día en que Israel mató a un grupo de trabajadores humanitarios internacionales en Gaza.
El sitio web Declassified, especializado en periodismo de investigación, publicó el lunes que un avión de vigilancia de la Real Fuerza Aérea (RAF, por sus siglas en inglés) que pasó aproximadamente cinco horas sobre Gaza el 1 de abril, posee imágenes relacionadas con el ataque israelí que mató a siete trabajadores humanitarios internacionales del convoy de World Central Kitchen.
El ejército del Reino Unido confirmó en una respuesta a Declassified que “se conservan imágenes de vídeo de Gaza del vuelo [de vigilancia] Shadow R1 del 1 de abril”.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa del Reino Unido afirma que la cinta está exenta de divulgación por motivos de seguridad e insinuó que su contenido puede estar relacionado con las fuerzas especiales del Reino Unido o el MI6.
Declassified afirmó que los familiares de los trabajadores humanitarios asesinados exigen ver las imágenes y, un experto de la ONU advirtió de que el ejército británico podría tener que entregar cinta adhesiva a la Corte Penal Internacional.
¿Por qué no publicaría Londres las fotos de la matanza de trabajadores de WCK?
Para el medio, Londres rechazó publicarlas por miedo a ser exigidas como evidencias de genocidio ante la Corte Penal Internacional (CPI).
El 20 de mayo, el fiscal general de la CPI, Karim Jan, pidió a este órgano emitir una orden de arresto contra el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, por responsabilidad en los crímenes de guerra y de lesa humanidad en el conflicto en Gaza, donde los bombardeos israelíes han matado a más de 39 000 palestinos desde octubre pasado.
En ese mismo mes, el entonces gobierno conservador del Reino Unido, liderado por Rishi Sunak, salió en apoyo de Israel cuestionando la jurisdicción de la CPI, con sede en La Haya, para juzgar las acciones de los israelíes en Gaza.
Mientras que el Partido Laborista había sugerido que reconocía la jurisdicción de la CPI sobre los acontecimientos en Gaza y el nuevo primer ministro británico, Keir Starmer, había apoyado el innegable derecho a un Estado palestino, Estados Unidos presionó para que el nuevo gobierno británico no revirtiera el enfoque del gabinete anterior y lo consiguió.
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