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La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, comentó este domingo que “nadie perturbó nada, porque no había nada que perturbar”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha desmentido la información publicada por The Washington Post sobre un presunto proceso de negociación no público entre Moscú y Kiev que se habría interrumpido tras la ofensiva ucraniana en la provincia de Kursk.
The Washington Post informó el sábado que las delegaciones tenían previsto reunirse en Catar para llegar a un entendimiento sobre un acuerdo para poner fin al conflicto y acordar no atacar las instalaciones energéticas de la otra parte. Tras los recientes acontecimientos, “Rusia no canceló las conversaciones, dijeron: Dennos tiempo“, escribió el diario citando a un informante.
Al respecto, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, comentó este domingo que “nadie perturbó nada, porque no había nada que perturbar”. “No ha habido ni hay negociaciones directas o indirectas entre Rusia y el régimen de Kiev sobre la seguridad de las instalaciones civiles de infraestructuras críticas”, declaró.
“La amenaza a la seguridad de dichas instalaciones, incluida la central nuclear de Zaporozhie y ahora la de Kursk, se debe únicamente a las acciones de las Fuerzas Armadas ucranianas y a la complicidad de Estados Unidos y otros países occidentales”, agregó. “En cuanto a las Fuerzas Armadas rusas, no atacan objetivos civiles“, indicó.
La vocera también señaló que es “simbólico” que las tropas de Kiev comenzaran su ofensiva en Kursk el 6 de agosto, aniversario del bombardeo nuclear estadounidense de Hiroshima, el primer y único uso de armas atómicas contra civiles en la historia de la humanidad.
En su opinión, Moscú ofreció a Kiev “una iniciativa de paz muy generosa“, pero la respuesta fue un ataque contra la provincia de Kursk. “Después del 6 de agosto, el mundo entero vio la respuesta de los ucrobanderitas a este gesto de buena voluntad: el bandidaje en la provincia de Kursk, sus atrocidades contra la población civil, sus asesinatos selectivos de médicos, socorristas y voluntarios, los ataques a vehículos civiles, el lanzamiento de misiles contra viviendas, los saqueos generalizados e incluso la creación de amenazas a la seguridad nuclear. Por supuesto, como dijo [el presidente ruso] Vladímir Putin, no hay nada de qué hablar con gente que hace tales cosas”, denunció Zajárova.
- Tras el inicio de la ofensiva de las Fuerzas Armadas ucranianas en la provincia de Kursk, el mandatario ruso afirmó que las negociaciones con quienes atacan a personas pacíficas e infraestructuras civiles eran inútiles. Después de abril de 2022, cuando Kiev se retiró de las negociaciones con Rusia y cinco meses más tarde las prohibió legalmente, los únicos contactos entre las partes del conflicto han sido a través de mediadores solo en cuestiones humanitarias.
- A mediados de junio, el presidente ruso enumeró las condiciones para iniciar las negociaciones de paz con Ucrania. Declaró que las Fuerzas Armadas ucranianas deben retirarse completamente del territorio de la República Popular de Donetsk, de la República Popular de Lugansk, así como de las provincias rusas de Jersón y Zaporozhie. Entre las condiciones propuestas también figuran “la neutralidad, la no alineación y la desnuclearización de Ucrania, así como su desmilitarización y desnazificación”.