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Se trata de la ‘Nematostella vectensis’, una pequeña anémona de mar, conocida por ser potencialmente inmortal.
La Universidad de Viena informó este lunes que un grupo de investigadores reveló que un tipo especial de células son las responsables de la alta capacidad de regeneración de un pequeño invertebrado marino, por lo que esta información podría ayudar a encontrar formas para prolongar la salud y la esperanza de vida de las personas.
De acuerdo con los científicos, en la mayoría de los vertebrados y los humanos solo se pueden regenerar partes de determinados de órganos y extremidades, mientras que otras especies poseen potentes mecanismos de regeneración. Esta capacidad reside en las poblaciones de células madre de potencia variable, que son capaces de dividirse en más células madre o convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo.
Una especie potencialmente inmortal
En un estudio recientemente publicado en la revista Science Advances, se reportó que se identificaron por primera vez posibles candidatos a células madre multipotentes en la ‘Nematostella vectensis’, una pequeña anémona de mar que es conocida por ser potencialmente inmortal.
Los autores de la investigación explicaron que la ‘N. vectensis’ también tiene la cualidad de regenerarse, puesto que puede reproducirse asexualmente por gemación y no presenta señales de envejecimiento. Asimismo, mencionaron que un nuevo método genómico permitió identificar en esta anémona a las posibles candidatas a células madre.
Este procedimiento consiste en detectar las células de un organismo complejo en función de la combinación de análisis de perfiles específicos de expresión genética y transgénesis. Posteriormente, se puede determinar a partir de qué células madre se desarrollaron las células identificadas.
“Pudimos identificar una gran población de células en la anémona de mar que forman células diferenciadas, como las células nerviosas y las células glandulares, y que por lo tanto son candidatas a células madre multipotentes”, apuntó el investigador Andreas Denner. Sin embargo, hasta el momento no se ha logrado detectar ninguna célula madre, debido a su pequeño tamaño.
Por otro lado, los científicos subrayaron que las células madre expresan los genes nanos y piwi, que permiten el desarrollo de células germinales, como espermatozoides y óvulos, en todos los animales y también en los humanos.
Tras provocar la mutación del gen nano2, a través de la técnica genética CRISPR, también se comprobó que este gen era necesario para formar células germinales en la ‘N. vectensis’. “Esto demuestra que esta función genética surgió hace unos 600 millones de años y se conserva hasta el día de hoy“, concluyeron los investigadores.
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