Los presidentes de México, Brasil y Colombia sugieren que la situación en Venezuela tras las elecciones del 28 de julio se dirima por la vía institucional.
Luego de sostener este jueves una comunicación telefónica, los mandatarios de México, Andrés Manuel López Obrador, de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Colombia, Gustavo Petro, y México, han emitido un comunicado conjunto sobre su postura respecto a la situación en Venezuela, tras los comicios del pasado 28 de julio, en los que fue proclamado ganador el actual presidente Nicolás Maduro, pero que la ultraderecha y sus aliados en el exterior desconocen.
En la declaración, el trío de jefes de Estado subraya que “las controversias sobre el proceso electoral deben ser dirimidas por la vía institucional”, considerando que el “principio fundamental de la soberanía popular debe ser respetado mediante la verificación imparcial de los resultados”.
Además, el comunicado difundido desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, hace un llamado a los actores políticos y sociales a la “contención en sus manifestaciones” para evitar una escalada de violencia.
En este punto, considera que mantener la paz social y proteger las vidas humanas deben ser las preocupaciones prioritarias en este momento.
Los tres países felicitan y expresan su solidaridad con el pueblo venezolano que acudió masivamente a las urnas el 28 de julio para definir su futuro.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela declaró el lunes a Maduro como ganador de las presidenciales del domingo, 28 de julio, al obtener el 51,2 % del total de los sufragios, frente al 44,2 % de su rival más cercano, el candidato opositor, Edmundo González, quien no reconoció el resultado.
En este contexto, la ultraderecha, liderada por María Corina Machado, que cuenta con el apoyo de Estados Unidos y varios países latinoamericanos, llamaron a sus partidarios a salir a las calles a reclamar el resultado, lo que dio lugar a protestas violentas.
En busca de restablecer la paz, Maduro interpuso el miércoles un recurso de amparo ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de su país, donde demandó que se certifique, haciendo un peritaje, los resultados de las elecciones del 28 de julio.
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