El Gobierno de Perú expulsó este lunes a los diplomáticos venezolanos acreditados y les dio un plazo máximo de 72 horas para que abandonen el país.
Mediante un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores informó que el canciller peruano, Javier González-Olaechea, ordenó la medida “debido a las graves y arbitrarias decisiones tomadas hoy por el régimen venezolano”.
González-Olaechea “ha instruido que se comunique a los funcionarios diplomáticos venezolanos acreditados en el Perú que deberán abandonar el país en un plazo no mayor de 72 horas”, se lee en la nota compartida en las redes sociales.
La decisión se anunció horas después de que el Gobierno de Venezuela exigiera a Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay “el retiro, de manera inmediata, de sus representantes en territorio venezolano”, en rechazo a sus “injerencistas acciones y declaraciones” sobre las presidenciales del domingo.
Y es que estos siete países latinoamericanos han cuestionado el resultado de las elecciones presidenciales en Venezuela, que dio la victoria al actual presidente Nicolás Maduro, por presunto “fraude”.
En efecto, Perú junto con otros ocho países de la región, pidió a la Organización Estados Americanos (OEA) medidas como la activación de una Carta Democrática y una reunión urgente del Consejo Permanente.
Sin embargo, Venezuela dejó de pertenecer a la OEA en abril de 2019 después de haberlo solicitado dos años antes por discrepancias, pero recientemente el presidente de Colombia, Gustavo Petro, abogó por el reingreso del país vecino al organismo.
El supuesto fraude había sido anunciado por países que arropan a la derecha extrema venezolana incluso antes de conocerse los resultados de las elecciones, tal como había alertado el canciller de Venezuela, Yvan Gil.
Por su parte, Maduro ha advertido que quienes cuestionan el resultado electoral son los mismos que apoyaron los intentos previos de forzar un cambio político. “Se está intentando imponer en Venezuela un golpe de Estado nuevamente de carácter fascista y contrarrevolucionario. Yo pudiera denominarlo una especie de Guaidó 2.0”, ha denunciado, tras ser proclamado por el órgano electoral como presidente para gobernar el país suramericano hasta 2031.
ncl/mkh