La ONU advierte sobre los problemas en las zonas devastadas por la guerra, incluida la Franja de Gaza, y pide garantizar el suministro de medicamentos a la región.
Mientras la disponibilidad de drogas ilegales continúa creciendo en todo el mundo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha alertado este martes de los problemas que enfrentan las zonas de conflicto, incluida Gaza, y aquellas devastadas por desastres naturales, para obtener medicamentos que alivien el sufrimiento de las víctimas.
“Esas emergencias (humanitarias) se caracterizan por el sufrimiento generalizado, los desplazamientos y el colapso de los servicios sociales, en particular la prestación de asistencia médica y el acceso a sustancias sujetas a fiscalización internacional para fines médicos”, ha denunciado la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) en su análisis anual del mercado de drogas.
De este modo, el organismo autónomo del sistema de Naciones Unidas ha afirmado que la prestación de atención médica y el acceso a medicinas en zonas de guerra “constituyen uno de los problemas más acuciantes a que se enfrenta la comunidad internacional hoy en día”.
La JIFE ha confirmado que sigue “profundamente preocupada por la situación en Gaza, y recuerda que los Estados están obligados a garantizar la disponibilidad para fines médicos de estupefacientes y sustancias sicotrópicas sometidos al control internacional”.
“Esos medicamentos, que se utilizan con fines de anestesia, analgesia y tratamiento de afecciones de salud mental y neurológicas, son esenciales para garantizar la salud y el bienestar”, ha señalado.
Recuerda asimismo que los tratados internacionales obligan a las partes en conflicto a autorizar y facilitar el libre paso de todos los envíos de suministros médicos, alimentos y ropa destinados a la población civil, en particular las poblaciones vulnerables como los niños, las mujeres embarazadas y los ancianos.
Varias agencias de la ONU han acusado a Israel de obstaculizar la llegada de material humanitario a Gaza desde que comenzó la guerra contra el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS).
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó el domingo detener la entrada de ayuda humanitaria al enclave palestino, en medio de los continuos intentos de evadir sus obligaciones estipuladas en el acuerdo y la expiración de la primera fase de tregua.
A su vez, el movimiento palestino HAMAS, mediante un comunicado dirigido a los mediadores y a la comunidad internacional, calificó como un “chantaje barato” el cierre de los cruces de la franja costera y la orden del régimen sionista de detener el flujo de insumos humanitarios al enclave, devastado por la guerra.
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