UNRWA tacha de horroroso el ataque israelí a carpas de desplazados en Rafah y cataloga la ofensiva de una prueba más de que Gaza es un “infierno en la tierra”.
“La información que sale de Rafah sobre nuevos ataques a familias que buscan refugio es horrorosa”, ha denunciado este lunes la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés) en su cuenta de la plataforma X, haciendo referencia al bombardeo israelí del campamento de refugiados palestinos de Tal as-Sultan.
El ataque aéreo, llevado a cabo el domingo por la noche, provocó un incendio masivo que mató a al menos 50 refugiados palestinos, en su mayoría mujeres y niños y muchos quemados vivos, según la Media Luna Roja Palestina. El campamento estaba a poca distancia de un almacén de la UNRWA, cuyas instalaciones han sido atacadas varias veces de manera deliberada por el ejército israelí desde octubre pasado.
Información de #Rafah sobre nuevos ataques en familias en busca de refugio es horrible.
Hay informes de la misa de las relaciones de causalidad entre ellos niños y mujeres entre los muertos.
Gaza es el infierno en la tierra. Imágenes de la noche anterior aún otra prueba de que.
— La UNRWA (@UNRWA) 27 de Mayo de 2024
La UNRWA ha descrito la Franja de Gaza como “un infierno en la tierra”. “Hay informes de víctimas masivas, incluidos niños y mujeres entre los muertos. Gaza es un infierno en la tierra. Las imágenes de anoche son otro testimonio de ello”, ha agregado la agencia.
El jefe de Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, ha condenado este lunes el ataque israelí y exigido al régimen de Tel Aviv que cumpla el dictamen de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) —el máximo tribunal de las Naciones Unidas— que le ordenó detener “inmediatamente” la ofensiva en Rafah.
La brutal campaña de agresiones de Israel contra la Franja lanzada desde el 7 de octubre ha matado a casi 36 000 civiles palestinos, en su mayoría mujeres y niños, y causado una grave hambruna que ha puesto en serio peligro la vida de 2,3 millones de los habitantes del asediado enclave.
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