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En vísperas del cuadragésimo quinto aniversario de la victoria de la Revolución Islámica, el resultado del levantamiento de Irán contra el régimen Pahlavi, respaldado por EE.UU., es un tema candente de discusión entre los iraníes.
La Revolución Islámica de 1979 en Irán fue uno de los movimientos populares y democráticos más grandes de la historia contemporánea del mundo. Millones de manifestantes inundaron las calles del país para exigir democracia y desafiar al régimen despótico de Pahlavi, odiado por los iraníes por ser títere de Estados Unidos en Asia Occidental.
A pesar de los esfuerzos de Estados Unidos por difundir una oscura propaganda contra la República Islámica de Irán, la Revolución Islámica logró aumentar la justicia social, reducir el empobrecimiento y contribuir al crecimiento económico sostenido.
Infraestructura civil
El pueblo iraní vivió en condiciones extremadamente pobres durante el régimen Pahlavi, porque los ingresos del petróleo se gastaban en juergas de la familia real y los cortesanos y magnates que estaban de una forma u otros vinculados con el Shah y sus amos en Washington.
No obstante, la República Islámica de Irán ha logrado grandes logros en materia de servicios de bienestar y desarrollo de ciudades y pueblos. Después de cuatro décadas de la victoria de la Revolución Islámica y el establecimiento del sistema de la República Islámica, el bienestar y la esperanza de vida de los iraníes han aumentado, mientras que la brecha de clases ha disminuido.
Esto ha sido evidente en las regiones rurales. Mientras que antes de la Revolución Islámica solo el 21% de los aldeanos tenía acceso al agua potable, esta cifra ha llegado al 81%. En cuanto a la electricidad en las regiones rurales, solo el 7% de las aldeas tenían electricidad; La República Islámica conectó casi todos los pueblos a la red eléctrica.
Por otro lado, al tener las mayores reservas de gas del mundo, solo 50 000 casas en Irán estaban conectadas a la red de gas, mientras que el 97% de las ciudades y el 81% de las aldeas disfrutan del gas y esta tendencia continúa. Durante el régimen de Pahlavi, la mayoría de las carreteras eran peligrosas y las pocas rurales, sin asfalto, eran realmente letales. Pero la República Islámica ha logrado ampliar las carreteras asfaltadas hasta las aldeas más remotas, de modo que se han construido más de 200 000 kilómetros de carreteras en las regiones rurales.
Avances en ciencia y tecnología
La ciencia y la tecnología son los factores más importantes para el progreso de un país. Después de la victoria de la Revolución Islámica, Irán hizo denodados esfuerzos para compensar el atraso del régimen del Shah y sentar las bases para el progreso científico.
Aunque varias sanciones y la guerra de ocho años impuesta por Estados Unidos a través de su lacayo, Saddam, frenaron la velocidad del progreso científico y tecnológico en Irán, la guerra en sí fue una recompensa, como la llamó el Imam Jomeini; porque obligó a los jóvenes iraníes a confiar en las capacidades y capacidades locales para independizar al país. Así se expusieron uno tras otros numerosos avances científicos y tecnológicos.
Actualmente, la República Islámica de Irán disfruta de una posición científica prominente en la región y el mundo y en algunas de las tecnologías sofisticadas que están en monopolio de los gobiernos occidentales, Irán es un pionero.
Fuerza laboral masiva y educada
El progreso científico y tecnológico no es posible sin fuerzas especializadas y capaces. Por lo tanto, la República Islámica se ha embarcado en la expansión y profundización de la educación en todos los niveles desde su creación.
El número de escuelas y centros educativos también ha aumentado considerablemente. Mientras que en el régimen Pahlavi había 48 000 escuelas, esta cifra ha aumentado a más de 107 000, de modo que 14 millones de estudiantes puedan adquirir conocimientos en condiciones más favorables.
Los éxitos de la República Islámica en el campo de la educación han hecho que la Unesco elogie sus esfuerzos. Mientras tanto, el progreso de Irán en la educación superior ha sido más espectacular, ya que el número de universidades ha aumentado más de 11 veces en comparación con el régimen de Pahlavi.
Actualmente, en Irán hay 2570 universidades en las que estudian cerca de 4 000 000 estudiantes; mientras que antes de la Revolución Islámica había solo 170 000 estudiantes en las universidades. El llamativo aumento de iraníes con educación superior ha permitido al país disfrutar de una amplia fuerza laboral especializada y calificada para acelerar el desarrollo en diversos campos.
La velocidad del crecimiento científico ha sido 11 veces mayor que la tasa promedio global. La Organización Islámica para la Educación, la Ciencia y la Cultura (ISESCO), afiliada a la Organización de Cooperación Islámica, anunció que la República Islámica ocupa el primer lugar en términos de ciencias, investigación e invenciones entre las naciones islámicas.
Desde 1987, cuando la República Islámica participó en las Olimpiadas científicas, los representantes de Irán han obtenido casi 700 medallas y han estado entre las 10 naciones más importantes en difíciles exámenes científicos.
mkh