El gobierno de Venezuela rechazó la reimposición de sanciones a su industria petrolera por parte de los Estados Unidos.
El gobierno de Estados Unidos insiste con sanciones, medidas coercitivas unilaterales, contra la industria petrolera venezolana, como forma de intentar presionar sobre la política interna del país, de cara a las elecciones del 28 de julio.
El presidente Nicolás Maduro fue el primero en rechazar las nuevas medidas de Washington que apuntan a complicar la operación de empresas internacionales en Venezuela.
“No hay sanción, no hay amenaza que hoy por hoy le haga daño al esfuerzo de construir un nuevo modelo económico productivo porque hoy no dependemos de nadie en este mundo, solo dependemos de nuestro esfuerzo, de nuestro trabajo, de la unión que tenemos, de nuestra inteligencia, de nuestros planes, de nuestra sabiduría, de la buena voluntad nacional”, declaró el mandatario.
El mandatario venezolano insistió en transmisión de la televisión estatal que Venezuela seguirá creciendo. Recordó que el mismo Fondo Monetario Internacional pronostica para Venezuela en 2024 el mayor crecimiento económico de la región.
El canciller venezolano fue el encargado de fijar la posición oficial formal mediante un comunicado, donde se indica que con las nuevas sanciones queda claro que Estados Unidos no cumple sus compromisos.
Yván Gil explicó que Venezuela y Estados Unidos llevaron a cabo negociaciones y llegaron a acuerdos que la parte venezolana cumplió, pero el gobierno de Joe Biden decidió romper.
Venezuela insistió en que las últimas medidas tomadas por los Estados Unidos no son, en rigor, un endurecimiento de las sanciones porque estas nunca fueron dejadas de lado por la Casa Blanca.
La nación aseguró además que a pesar de las medidas coercitivas unilaterales Venezuela seguirá creciendo el plano económico.
Marcos Salgado, Caracas.
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