Cientos de escritores boicotean las instituciones culturales israelíes por complicidad o silencio ante el genocidio del régimen de Israel contra los palestinos.
Cientos de escritores, editores y otros trabajadores del sector editorial han firmado una carta pública, divulgada el lunes, en la que aseguran que no trabajarán con “instituciones culturales israelíes que sean cómplices o hayan permanecido como observadores silenciosos de la abrumadora opresión de los palestinos”.
“Colaborar con estas instituciones significa dañar a los palestinos, por lo que hacemos un llamado a escritores, traductores, ilustradores y creadores de libros a unirse a nosotros en este compromiso”, afirma la carta organizada por firmantes que incluyen a varios ganadores y finalistas de casi todos los premios literarios más importantes del mundo.
La carta abierta, que ha sido descrita como una de las declaraciones de condena más fuertes y el mayor compromiso de la comunidad literaria estadounidense con el boicot cultural, informa que su objetivo es protestar contra la “crisis moral, política y cultural más profunda del siglo XXI”, tal como en su momento adoptaron innumerables autores contra el apartheid en Sudáfrica.
Los firmantes subrayan que lo que ocurre en Gaza es sin dudas “un genocidio, como llevan meses afirmando destacados expertos e instituciones. Los funcionarios israelíes hablan sin rodeos de sus motivaciones para eliminar a la población de Gaza, imposibilitar la creación de un Estado palestino y apoderarse de tierras palestinas. Todo ello tras 75 años de desplazamiento, limpieza étnica y apartheid”.
En este sentido, denuncian que la cultura ha desempeñado un papel integral en la normalización de las injusticias que sufre la nación palestina, al ofuscar, disfrazar y maquillar artísticamente el despojo y la opresión de millones de palestinos durante décadas.
Ante esta crisis, los autores destacan que tienen un papel que desempeñar. “No podemos en conciencia comprometernos con las instituciones israelíes sin cuestionar su relación con el apartheid y el desplazamiento”.
Ponen de relieve que no es posible saber exactamente cuántos palestinos ha matado Israel desde octubre de 2023, porque Israel ha destruido todas las infraestructuras, incluida la capacidad de contar y enterrar a los muertos. Según las autoridades gazatíes, más de 43 000 palestinos han fallecido en poco más de un año, de los cuales más de 17 000 eran niños y niñas.
En este contexto, el dedo acusador se apunta también a Estados Unidos por mantener un respaldo absoluto al genocidio de Israel en Gaza, ya sea mediante el poder de veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) o entregando ingentes cantidades de armas al ejército sionista.
Retumban cada vez más voces en el mundo que piden parar los pies a Israel a través de sanciones y boicots a los productos israelíes y compañías internacionales afiliadas al régimen sionista.
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