Estados Unidos y el Reino Unido han impuesto sanciones a la industria de drones y siderúrgica de Irán, so pretexto de la operación de represalia contra Israel.
Conforme a declaraciones de la secretaria del Tesoro de EE.UU, Janet Yellen, Washington ha coordinado con Londres en la “toma de medidas rápidas y decisivas para responder al ataque sin precedentes de Irán contra Israel” y debilitar su programa de drones.
Sin embargo, Washington y Londres no han impuesto sanciones al régimen de Tel Aviv, por el ataque previo a la embajada iraní en Damasco, que causó 13 muertos, y dio motivo al ataque de represalia de Irán del domingo pasado. Tampoco han sancionado a Israel por la matanza en Gaza, que se acerca ya a los 34 000 palestinos muertos desde el 7 de octubre.
A través de un comunicado oficial, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha anunciado este jueves que el objetivo de las nuevas sanciones son 16 personas y dos entidades vinculadas a la fabricación de drones y al sector siderúrgico iraní.
Las instituciones iraníes afectadas por estas sanciones estadounidenses son el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) y el Ministerio de Defensa y Logística de las Fuerzas Armadas (MODAFL).
Además, están en la lista estadounidense de sancionados cinco empresas que suministran materiales y componentes para la producción de acero a la empresa iraní Khuzestan Steel Company (KSC) y el fabricante de automóviles iraní Bahman Group.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido ha impuesto una prohibición de viajar y la congelación de activos a siete personas y seis entidades, incluidas aquellas involucradas en programas de drones y misiles del país persa.
Estados Unidos ha impuesto más de 600 sanciones a entidades relacionadas con Irán desde que el actual mandatario, Joe Biden, asumió el cargo hace tres años, según el Tesoro estadounidense.
Las últimas medidas del Gobierno del Reino Unido se suman a una lista de 400 sanciones contra Irán.
Pese a las múltiples sanciones de Occidente, Irán ha desarrollado su industria defensiva, constituyéndose en el primero en Asia Occidental, bajo la consigna de no atacar a nadie, sino de reforzar su poder de disuasión.
De hecho, el ataque de Irán del domingo 14 de abril, con cientos de drones y misiles, no apuntó a ningún sitio civil israelí y fue una acción militar deliberadamente “limitada” destinada a castigar a Israel por haber atacado el consulado iraní en Siria. Con todo, las autoridades iraníes han advertido que cualquier contraataque recibirá una respuesta rápida y más dura.
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