Un destacamento de buques de guerra de Rusia, incluido un submarino nuclear, llegó este miércoles al puerto de La Habana, capital cubana, en visita oficial, donde permanecerán hasta el 17 de junio.
La división naval está compuesta por la fragata Almirante Gorshkov, el petrolero Akadémik Pashnin, el remolcador de salvamento Nikolái Chiker y el submarino Kazán.
Anteriormente, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Cuba afirmó que “ninguno de los navíos es portador de armas nucleares, por lo que su escala en el país no representa una amenaza para la región”.
Según información proporcionada por el Ministerio cubano de Asuntos Exteriores, durante la estancia, la flota rusa “cumplirá un programa de actividades que incluye visitas de cortesía al jefe de la Marina de Guerra Revolucionaria y a la gobernadora de La Habana”, así como “recorrerá lugares de interés histórico y cultural”.
Mientras tanto, el martes surgió la noticia de que barcos de la Armada estadounidense realizarán la vigilancia del destacamento naval ruso.
Dos destructores y dos embarcaciones que remolcan equipos de reconocimiento participarán en el seguimiento del submarino, seguidos por otro destructor y un guardacostas, informó CBS News, citando a funcionarios estadounidenses informados sobre el asunto.
En julio de año pasado, el buque escuela Perekop de la Marina de Guerra de la Federación Rusa arribó al puerto de La Habana, en el marco de la consolidación de lazos bilaterales.
Desde Washington reaccionaron. Un funcionario estadounidense dijo que el país no considera amenazante la llegada de aviones y barcos rusos, pero la Armada de EE.UU. seguirá de cerca los ejercicios.
A pesar de los embargos unilaterales impuestos por Occidente tanto a Cuba como Rusia, los dos países han reafirmado una y otra vez sus lazos fraternos y han aumentado sus cooperaciones en un sinnúmero de campos.
eaz/rba